Capítulo 14 -Una Nueva Esperanza-

Pasaron 3 semanas y en cualquier momento podría ser el día en que Atenea tuviera a su bebé… Todos estaban ansiosos, en especial Bill.

-¿Cómo te has sentido?- preguntó Bill dándole un beso a su amada.

-No muy bien, quiero devolver el estomago y además tengo los pies hinchadísimos.- decía cansada y pálida Atenea

-Ya estarás mejor- le dio un abrazo y besó su frente

-Sí, Gracias.- contestó ella cálida

-Bueno, ¿Tienes algún antojo?-

-No Bill, por el momento- río y abrazó más fuerte a Bill

-Ya casi es tu cumpleaños…- Mencionó el chico entusiasmado

-Lo sé, un año más vieja.-

Ríe –No inventes, yo estoy más viejo que tú… Además tú estás cada día más guapa.- le dio unos cuantos besos más

-Pero tú eres como el vino, cada día te pones mejor, ¿y yo? ¡Mira! Me está empezando a salir unas arrugas- decía mientras se señalaba la cara

-Gracias, pero… Yo no veo nada- contesto Bill viendo detenidamente su cara

-Necesitas lentes ¿sabes?- río de nuevo, pero a Bill esto no le hacía tanta gracia

-Ha-ha claro, ¡Ya veo una!-

-¿Qué? ¿Dónde?- la chica tomo su espejo y empezó a revisarse

-Era broma.- dijo Bill entre risas

-Payaso- decía indignada

-Pero bien que tú también me haces bromas y te burlas de mi-

-Pero, yo sí puedo, tú no- insistía

-¿Ah? ¿Disculpa?- mencionó cruzándose de brazos

-Así es, ni modo Bill, así es la vida.- ella hizo la misma pose

-Bueno, si es así… Yo puedo besarte y tú no- dijo retador

-¿Qué? ¡Eso no se vale!-

-Claro que se vale, si no, lo que tú dijiste tampoco vale- levanto las cejas

-Tratas de chantajearme, pero no podrás, no Bill, no podrás- Lo que había empezado como un simple juego, se tornaba en serio

-Está bien, ya verás.- Se puso frente a ella y se le quedo viendo a los ojos, sabía que era una debilidad, que pronto caería, pues siempre que hacía eso lo besaba

-No, no caeré esta vez.- cerró los ojos

-Bueno.- Bill se acercó más casi rosando sus labios

-No, no. No ¡Atenea no lo hagas!- mencionaba resistiéndose

-Yo sé que tú quieres.- respiraba en sus labios, pronto la chica no pudo aguantarse más y lo beso, puso sus manos sobre las mejillas de Bill y él en su espalda

-Me conoces demasiado bien Kaulitz.- decía con ojos asesinos

-¿Pero así me quieres no?- contestó Bill

-Por supuesto que sí.- y se dieron otro beso

-¿Y ahora como te sientes?- se sentó a un lado de ella, ya que anteriormente estaba parado

-Mejor, al menos mi estomago se calmo-

-Me alegro, pollito –viendo al vientre de Atenea- ¿Cuándo vienes? ¿No quieres salir ya?... Quiero conocerte- sonrió y abrazo a Nea

-Ay Bill, cuando quiera salir a mi me va a dar un infarto-

-¿Por qué?-

-Porque duele muchísimo… Por mí que salga cuando él quiera, pero dentro de esta semana, que es cuando le debería tocar-

-Tienes razón, pero cuando lo tengas en tus brazos, el dolor habrá pasado- aconsejo Bill

-¿Por qué dices?- preguntó curiosa

-Así me dijo mi madre, cuando vas a tener un hijo duele mucho, pero cuando por fin lo tienes en tus brazos, abre los ojos y se ven… el dolor se va y te llega una felicidad incomparable.- Bill acariciaba las manos de Nea

-Eso espero… Pero solo pido una cosa: que esté bien, no importa si me duele, si me operan o lo que sea… Yo sólo quiero que mi bebé salga sano.-

-Y lo estará Nea- Bill se acurruco más en Atenea

-Sí.- se puso sobre el hombro de Bill y ambos se quedaron dormidos, Isabela y Tom acababan de llegar, los dos habían ido a comprar unas cuantas cosas

-¿Bill? ¿Nea?- preguntaba Isabela

-¿Dónde Están?- grito Tom, al llegar a la sala se percataron que allí estaban… dormidos

-¿No es tierno Tom?- Isabela suspiró y se abrazo de su hermano

-Sí… Nuestro Bill ah crecido- puso su brazo sobre la espalda de Isa, correspondiendo el abrazo.

-Espero un día verte así- dijo Isabela

-No lo creo, pero bueno, tal vez… Pueda ser- Tom se quedo pensativo ¿Él tenía esas ganas de verse como su hermano? ¿De sentir un amor?... Bastantes preguntas inundaron su cabeza

-¿Los despertamos?- le preguntó Isabela

-Sí, ya es algo tarde y deben cenar.- respondió

-Ok.- fue hasta el sofá y empezó a moverlos suavemente –Atenea, linda despierta, Bill… hermano, ya es hora de despertar- Bill abrió los ojos primero

-¿Qué pasa?- preguntó adormilado y con baba colgando en su mejilla

-Ya es hora de levantarse, son más de las 7, tienen que cenar.-

-Está bien.- Bill se dio cuenta de que babeaba y agarro un pañuelo que estaba en la mesa para limpiarse. –Nea, levántate, ya es hora, Atenea…-

-Me siento mal- contestó ella

-¿Qué te pasa? ¿Nauseas?-

-No… Ya es hora Bill.- mencionó quejándose

-¿Qué?- preguntó alarmado

-¡¡Qué ya es hora!!- dijo gritando la chica

-¡Ah! Ok…  ¿Ya es hora? ¡Ya es hora!- grito, Isabela fue por las cosas de Atenea que ya tenían listas, Tom fue por la camioneta y Bill ayudo a Nea a subirse

-¿Ya está todo?- preguntó Tom, quien iba al volante, Isabela a su lado, Bill acompañando a Atenea en los asientos traseros

-Sí.- confirmo Isa

-Bueno, vámonos.- Tom condujo hasta el hospital donde Atenea ya tenía su lugar reservado. Unas enfermeras se la llevaron y no dieron informes después de 2 horas

-¿Familiares de la señora Coleman?- preguntó una enfermera joven, de un cuerpo curvado, con un buen trasero que de inmediato llamo la atención de Tom

-¡Aquí!- se apresuro Bill a contestar se paro y fue con la enfermera -¿Qué ocurre?-

-La paciente está bien, fue una falsa alarma, pueden recogerla.-

-Muchas gracias.- contestó Bill, la enfermera ya se iba… Pero Tom decidió irse tras de ella

-Hola guapa- dijo seductor

-Prefiero que me llamen por mi apellido, si no te molesta.- contestó seria

-Bueno, entonces ¿Cuál es tu apellido?-

-De la cuesta, y tú ¿eres?- Sus ojos eran marrón su cabello era rizado, aunque se veía poco pues lo llevaba recogido y su piel era muy blanca.

-Tom Kaulitz… ¿Latina?- preguntó él, muy, muy curioso

-Orgullosamente ¿Por?- La chica tenía una forma de coqueteo o seducción muy sutil que hacía a Tom enloquecer, ponerse como un lobo hambriento

-Porque me encantan las latinas- contestó él babeando por aquella chica

-¿En Serio?... Bueno,  tú no estás nada mal, y tu apellido no es inglés ¿cierto?-

-No, no lo es, es alemán, pero a mí sí me agrada que me llamen por mi nombre… Y más por una chica tan guapa como tú.- seguía coqueteando, aunque no se veían resultados

-Está bien, te dejaré que me llames por mi nombre… ¿Ok?- contestó con una sonrisa.

-Por supuesto.- mencionó emocionado

-Para ti, soy Cloe ¿Entendido?- dijo alzando las cejas, cosa que a Tom le empezaba a gustar

-Entendido-

-Bueno, tengo que irme… La noche es larga aquí, adiós ¿Tom?- se iba pero Tom la detuvo

-¿No me vas a dar mi beso de despedida?- preguntó algo desesperado

-Sí.- se acerco demasiado a Tom como si fuese a besar sus labios, pero cuando casi lo hace, giro de pronto su cabeza dándoselo en la mejilla –Adiós.-

-Adiós linda.- contestó Tom, confundidisimo, esa chica si que le había llamado la atención, era seria, coqueta, profesional, guapa… Además las curvas que ama… Pero ¿Sería una aventura más?...

-¡Tom! ¿Dónde rayos andas?- preguntó Isabela cuando de pronto vio a su hermano

-Perdón ¿Todo bien?-

-Sí, ya nos vamos… Falsa alarma- contestó desanimada

-Ok, vamos- Tom aun se quedo pensativo… ¡Qué tonto! Había olvidado pedirle el teléfono a esa chica ¿Y si no la vuelve a ver?... ¡Qué idiota!

-Tom, te noto demasiado raro- dijo Bill

-No tengo nada hermano, calma- contestó él, mientras llegaban a casa, se fue a dormir de inmediato ya que estaba muy cansado.

-¿Ya te sientes mejor Nea?- preguntó Bill algo angustiado

-Claro, perdón… - dijo apenada

-No te preocupes, suele pasar- trataba de animarla Isabela

-Ok, mejor subo y leo un poco- subió las escaleras con la ayuda de Isabela, mientras Bill se quedo pensativo. -¡Bill!- gritó desde arriba

-¿Qué ocurre?- grito

-¡Ahora sí!- Bill al escuchar esto corrió y subió

-¿Segura?- preguntó

-¿No ves hermano?- señalo Isabela el piso… donde se notaba que se le ‘había roto la fuente’

-Estupendo, despierten a Tom- Dijo Bill mientras tomo las cosas de Atenea para subirlas de nuevo a la camioneta, Isabela fue a la habitación de Tom y le grito y se regreso a ayudar a Nea

-¿Cómo te sientes?- preguntó Isa tomando a su amiga para ayudarla

-Horriblemente mal- contestó quejándose

-Ya vamos no te apures.- bajaron y se toparon con Tom

-¿Ya ahora si?- contestó todo adormilado, con el cabello todo alborotado y baba

-¿Ya te viste al espejo?- al verlo su hermana no pudo evitar echarse una carcajada, que no podía parar

-¿Qué tengo?- preguntó él algo molesto

-Tom, mejor vete al espejo- contestó Atenea aguantándose la risa

-Ya se les quitara la risa.- fue al espejo que estaba en el pasillo, se vio, había notado que tenía manchada la cara con pluma, pues había estado arreglando unas cosas con Bill, y se olvido de quitarla de la cama –Ya ahora entiendo- volteo de nuevo a verlas y las dos se morían de la risa –ha-ha, ahora vengo, voy a lavarme la cara.- se fue al baño que no estaba lejos

-Pero date prisa, Atenea debe llegar pronto.- le grito Isabela

-Listo, vámonos- dijo Bill

-Ok- contestó Atenea, todos subieron como había sucedido horas atrás, llegaron la hospital y al ver en las condiciones que llego Nea la pasaron de inmediato a la sala de partos

-¿Quién pasara con ella?- preguntó una enfermera

-Yo.- contestó rápido Bill

-¿Conyugue?- preguntó

-Amm sí-

-Venga por aquí.- Bill siguió a la enfermera, le dieron las cosas necesarias para poder pasar. Entró y allí estaba… Atenea toda sudorosa

-¿Qué pasa?- preguntó él tomando su mano

-Tiene 7 cm de dilatación, fue muy rápido- contestó la doctora que la atendía

-Ya escuchaste Bill- dijo ella apretando levemente su mano

-Como va esto, puede que en unas 2 o 3 horas esté lista para pujar.-

Paso el tiempo…

-¿Lista señorita Coleman?- preguntó la doctora, preparándose para el parto

-Sí… Gracias por lo de señorita- contestó ella con humor

-Bueno, a las 3 pujas ¿ok?-

-Sí- mencionó agitada

-1…2… ¡3! ¡Puja!- Nea hizo caso, pujaba pero no resultaba de mucho

-Anda linda, tú puedes.- aconsejo Bill

-Por culpa de ustedes ¡Estúpidos hombres!- le grito a Bill

-Pero…- se asustó

-¡Sí! ¡Por su culpa una sufre estos dolores! ¡Si supieran!- seguía quejándose y regañando a Bill

-No se alarme, muchas se ponen así- dijo la doctora risueña

-Bueno, así está bien.- dijo Bill, aun tomándola de la mano

-¡Puje! ¡Listo! Ya tenemos al chico… Esperen ¡Tiene el cordón umbilical enredado!- Atenea al escuchar esto se alarmo al igual que Bill -¿Por qué no me lo habían dicho? ¿Qué no lo vieron en el ultrasonido?-  decía furiosa la doctora… Se llevaron al bebé, no había llantos… No había ruido

-¿Qué pasa Bill? ¿A dónde se lo llevan?- preguntó casi con lágrimas en los ojos Nea

-Ya verás que ahorita llora y está todo bien.- la tomo y esperaron por minutos… Pero se empezó a escuchar frases como: ‘No respira’ ‘Esta moradito’ ‘No creo que aguante’ ‘Sus pulmones se llenaron de agua’….

-¡Bill!- Atenea no pudo contenerse y empezó a llorar –Mi bebé Bill… Mi bebé.- decía entre sollozos

CONTINUARA

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¿Vivirá? ¿Morirá? ¿Qué sucederá?.... No se pueden quejar Aliens hice un capítulo grande, y eso que al comenzarlo pensé que saldría pequeño, pero aquí lo tienen... Disfrútenlo! (Llore al hacerlo) Besos! :3
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-@Andystrangebk